De mañana, tarde o en bellas madrugadas,
en la sala, nos invaden unas suaves notas,
que nos acarician, tiernas, aterciopeladas,
románticas baladas que invitan a soñar.
La música nos acompaña mientras hablamos,
nos vamos conociendo, poco a poco, sin prisa,
intercambiamos opiniones, charlas gratas..
vamos descubriendo la calidez que se respira.
Habrá quién piense que no es importante,
todo lo que está flotando en el ambiente,
esas dulces melodías, ese cariño creciente.
Los que estamos ahí, lo sentimos presente.
Sala tranquila, sala de buena gente..
De buena música, de amistad latente..
. aris . -2-03-2010
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